Vine porque sabía que era imposible que te fueras.
Vine porque esto era apenas el comienzo.
De todos sospechaba su desaparición,
De todo lo que no se ve sabía que saldrías.
Estás entre todo lo que no se olvida,
También entre todo lo que nunca vuelve.
Pronunciar desde y para siempre tu nombre en un suspiro.
Te habría dicho que el amor siempre vuelve,
Que no hay modo que nunca se deshaga.
Empezaría por decirte que todo esto fue nuestro.
Me detengo para construirme tus manos con mis ojos.
Me detengo para decir que nada hay entre los días
Que hay un espacio del aire en el que queda todo.